Lecsó (guiso de pimienta húngaro)

Si hay un plato que me recuerda a finales de primavera y principios de verano, es este. Lecsó es un alimento básico en los hogares húngaros: un humilde guiso de pimienta, pero tan sabroso que te enamorará al primer bocado. Crecí comiendo al menos una vez a la semana durante la estación más calurosa. Este plato también me recuerda a un querido amigo de la familia. Solo lo veíamos una vez al año, y cada vez que venía de visita, mi mamá le preparaba una olla extra de lecs, solo para él. Era su comida favorita de todos los tiempos.

Si echas un vistazo a los ingredientes, te estarás preguntando: ¿puede ser tan buena una mezcla de cebolla, pimiento y tomate? ¡Oh, sí puedes! A pesar de ser modestas, las verduras se combinan en el más delicioso y suculento guiso.

Algunas personas usan manteca de cerdo para cocinar verduras. Algunos agregan salchichas o tocino frito al plato. Y algunos también le agregan arroz. Lecsó es uno de esos platos que puedes preparar tú mismo una vez que entiendes sus componentes principales. Esta versión vegana es con la que creció mi padre y me la transmitió, y nunca sentí la necesidad de cambiarla. Lo único que a veces hago diferente es jugar con los niveles de especias, experimentando con diferentes tipos de hojuelas picantes, dulces, ahumadas o de chile. Los pimientos dulces húngaros (también conocidos como pimientos de plátano) que se usan comúnmente en lecsó son muy populares en Europa del Este, pero si no puede encontrarlos, use pimientos amarillos o rojos.

Acabo de acompañar mi lecsó con un poco de pan crujiente y listo. Si tiene sobras, también son excelentes como salsa para pasta. Es el almuerzo ligero perfecto para un día de verano. —Carolina Gelén

Ingredientes
  • 1/3 taza de aceite neutro (como el de girasol o vegetal)

  • 1 libra (alrededor de 3 cebollas amarillas medianas), en rodajas finas

  • 2 dientes de ajo, picados

  • 1 1/3 libras (alrededor de 6 medianos) de pimientos húngaros o amarillos, en rodajas finas

  • Sal kosher y pimienta negra recién molida

  • 2 cucharaditas de pimentón dulce

  • 1 lata (28 oz) de tomates enteros pelados

  • Pastel de pan, para servir

indicaciones
  1. Caliente el aceite en una sartén grande a fuego medio. Agregue las cebollas. Cocine, revolviendo ocasionalmente, hasta que esté ligeramente translúcido, de 4 a 5 minutos.

  2. Deseche el ajo y los pimientos y cocine, revolviendo ocasionalmente, durante 8-10 minutos, hasta que los pimientos estén tiernos. Reduce el calor a medio-bajo.

  3. Sazone las cebollas y los pimientos con una pizca generosa de sal y pimienta, además del pimentón. Agregue aproximadamente las tres cuartas partes de los tomates y su salsa a la sartén, triturando los tomates con las manos.

  4. Cocine la mezcla durante 12-15 minutos, hasta que la mayor parte del líquido se haya evaporado y el guiso de pimientos se haya espesado. Si lo desea, agregue más tomates en el camino (si no, mantenga refrigerado para otro día). Estás buscando una textura de mermelada, no demasiado descuidada. Sazone al gusto nuevamente y sirva con pan al lado.

Carolina es residente de Food52. También es una de las anfitrionas de Elige tu propia aventura de recetas, nuestro programa de YouTube donde nuestros lectores de Food52 eligen los ingredientes y las técnicas para una nueva receta. Carolina emigró recientemente a los Estados Unidos desde Transilvania, donde ha pasado la mayor parte de su vida. Continúa inspirándose en las comidas clásicas rumanas y húngaras con las que creció, creando recetas accesibles, coloridas y divertidas. Para obtener más ideas de cocina y momentos sinceros, consulte su Instagram @carolinagelen.

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