Desde mi papá hasta mi esposo y mi hija, he tenido mi parte de experiencia tratando de agregar (ocultar) más vegetales a los platos. Empecé por enterrar fideos de calabacín en una rica salsa de queso, luego pasé a agregarlos a las albóndigas y recientemente los mezclé con huevos. El último truco es mi favorito, ya que el sutil dulzor de la calabaza es un gran compañero para los huevos y la textura es casi aterciopelada. Mi hija come “huevos verdes” mezclados con repollo, pero no come huevos normales mezclados con trocitos de verde. Entonces, cuando hago eso, primero pelo el calabacín y se mezcla perfectamente. El año pasado, cuando corté un calabacín, lo rallé, lo apreté y lo congelé en un molde para cupcakes para poder sacar los discos de hockey de calabacín más tarde. Esta también es una excelente manera de sacar más agua del calabacín. – pruebalo
Ingredientes
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1 cucharada de mantequilla
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1/2 calabacín mediano rallado
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1/4 cebolla amarilla, picada
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4 huevos bien mezclados
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1 onza de parmesano, rallado
indicaciones
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Salar ligeramente el calabacín, remover y dejar reposar mientras se prepara el resto. Exprima la mayor cantidad de líquido posible del calabacín. Caliente la mantequilla en una sartén antiadherente (o bien sazonada) y saltee los calabacines y las cebollas hasta que empiecen a dorarse. Vierta los huevos y mezcle enérgicamente, raspando los bordes, hasta que se forme una pequeña cuajada. Sal ligeramente. Espolvoree con queso, mezcle para combinar y cocine al punto de cocción deseado (prefiero el mío con solo un toque de brillo). Cubra con pimienta negra fresca.