En invierno busco el sol, busco lugares soleados en mi jardín. Pero cuando cae el sol o en días nublados y ventosos, recurro a la comida en busca de un cálido abrazo. Esta sopa de pollo casera es justo lo que necesito (no rica, pesada o aburrida como pueden ser muchas sopas de invierno). Es más como un abrazo suave pero cálido que penetra profundamente en tu alma. -quiche no se lo digas
Ingredientes
-
2 pechugas de pollo, cortadas en tiras
-
2 cucharadas de aceite vegetal sin sabor, como canola o girasol
-
1 cebolla grande, finamente picada
-
2 papas cortadas en cuatro
-
2 zanahorias, cortadas en cuartos grandes
-
4-5 tazas de caldo de pollo
-
1 trozo de canela de 1 pulgada
-
1 cucharadita de hojuelas de pimiento rojo
-
1 pizca de cúrcuma remojada en 2 cucharaditas de agua tibia
-
jugo de medio limon
-
1 cucharada de perejil fresco picado
-
150 gramos de fideos finos de arroz
-
harina para espolvorear el pollo
-
sal
-
1/2 cucharadita de pimienta negra recién molida
-
2 huevos, separados
indicaciones
-
Caliente el aceite en una sartén gruesa y saltee las cebollas hasta que estén ligeramente blandas. Agregue los trozos de pollo espolvoreados con harina y dórelos rápidamente (no demasiado o la cebolla se quemará).
-
Agregue las zanahorias y las papas, cocine por unos minutos, luego agregue el caldo, la rama de canela, las hojuelas de pimienta y la sal. Llevar a ebullición, bajar el fuego, tapar y cocinar hasta que las verduras estén tiernas pero no empapadas.
-
En un tazón pequeño, bata las yemas de huevo con el jugo de limón y agregue las hierbas y el azafrán remojado en agua (enfriado, de lo contrario, los huevos se cocinarán).
-
Agregue los fideos a la sopa y cocine por otros 7-8 minutos hasta que estén bien cocidos. Agregue el pollo seguido de la mezcla de huevo. Es importante mantener el fuego bajo o retirar la sartén del fuego mientras se revuelven los huevos. Una vez mezclado, volver a poner a fuego lento, cocinar por 2 minutos, agregar pimienta y servir caliente.