Matzoh Brei es mi magdalena proustiana. Me transporta a los sábados por la mañana de mi juventud, y nunca deja de reconfortarme, ya sea para el desayuno o una cena tranquila a solas en mi apartamento. Al ser una comida ligeramente judía, hay, por supuesto, mucho debate sobre si el matzoh brei debe ser salado o dulce. Personalmente, solo lo comeré salado y desprecio a los que decoran matzoh brei con jarabe de arce o azúcar en polvo. También desconfío de aquellas personas a las que les gusta lo salado pero le añaden ingredientes como eneldo, cebollas salteadas o nata agria a la mezcla. El matzá brei perfecto no es demasiado crujiente ni está bien hecho, pero sí ligeramente pegajoso y relleno con trozos de matzá y hecho solo con huevos, matzá y leche. Debe saber como el hijo del amor judío de huevos revueltos y budín de pan. —Lauren Shockey
QUIÉN: Lauren es una escritora y escritora gastronómica radicada en Nueva York. QUÉ: Una sabrosa mezcla de matzoh empapada en leche. CÓMO: Remoja la matzá en leche y huevos, luego mézclala con la mantequilla. POR QUÉ NOS ENCANTA: Si bien el matzoh brei puede ser salado o dulce, con diferentes aderezos y coberturas, este es el tipo directo, salado y picante. Como dice Lauren, este matzoh brei “debe saber como el hijo del amor judío por los huevos revueltos y el budín de pan”. No podríamos haberlo dicho mejor: estamos demasiado ocupados haciendo un segundo lote. – Editores
Ingredientes
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6 huevos (preferiblemente orgánicos/de corral)
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1/2 taza de leche entera
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4 piezas de matzá simple sin sal
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1 cucharadita de sal
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1/4 cucharadita de pimienta negra recién molida
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2 1/2 cucharadas de mantequilla
indicaciones
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Casca los huevos en un bol. Agregue la leche, la sal y la pimienta y mezcle hasta que quede suave.
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Lave las piezas de matzá en agua fría hasta que estén húmedas. Rompa en pedazos pequeños (alrededor de 1”) y agréguelos a la mezcla de huevo. Con una cuchara de madera, mezcle la mezcla de huevo y asegúrese de que cada trozo de matzá esté bien cubierto con huevo. Deje reposar durante aproximadamente un minuto para humedecer.
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Derrita la mantequilla en una sartén (la antiadherente funcionará mejor para esto) a fuego medio-alto. Cuando la mantequilla comience a formar espuma en los bordes, agregue la mezcla de huevo a la sartén. Reduzca el fuego a medio-bajo y revuelva la mezcla de huevo de vez en cuando, raspando cualquier pedacito que se pegue al fondo. Los huevos deben servirse ligeramente húmedos y pegajosos después de unos cinco a siete minutos, pero dado que los huevos son un asunto muy personal, puedes cocinarlos por más tiempo si lo deseas. Ajuste la sazón si lo desea y sirva de inmediato.
Lauren Shockey es una escritora gastronómica residente en Nueva York, autora del libro de cocina Hangover Helper y de las memorias culinarias Four Kitchens. Anteriormente crítico gastronómico de Village Voice, ha escrito para publicaciones como The New York Times, Travel + Leisure y Wall Street Journal.