Los rollos caseros de kiwi y mango son perfectos para meriendas empacadas, golosinas para llevar o como un refrigerio rápido al regresar del gimnasio. Fruta fresca y un poco de paciencia son las únicas cosas que necesitas para hacer estos bocadillos saludables.
Decidí usar mangos dulces de temporada y algunos kiwis para esta receta, pero casi cualquier fruta funciona bien. Si decidiera usar fruta con semillas (piense en fresas, frambuesas, etc.), definitivamente usaría un colador de malla fina para separar las semillas de la fruta después de pasarla. Si utiliza frutas de piel fina (melocotones, albaricoques, etc.), pélelas antes de licuarlas. La clave de esta receta es la fruta madura, pero si la fruta no es tan dulce como podría ser, considere agregar un poco más de 1 cucharadita de azúcar a la mezcla.
¿Cómo se comparan los rollos caseros de mango y kiwi con los empaquetados que compras en la tienda? ¡Son mejores, en mi opinión! ¿Como no pudieran estar? No encontrará colorantes artificiales agregados a ellos, prácticamente no hay azúcar adicional incluida, y tampoco encontrará ingredientes extraños en ellos. Guarde estos rollos de frutas en un recipiente con tapa. Deberían permanecer varios días… ¡pero probablemente no duren mucho!
Rollitos de fruta caseros con mango-kiwi
- 2 tazas de mango cortado en cubitos (2 mangos grandes)
- 1 kiwi picado
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de jugo de limón
- papel encerado
Precaliente el horno a la configuración más baja (mi configuración fue de 170 grados F). Cubra una bandeja para hornear con Silpat o tapete de silicona y triture el mango y el kiwi con una licuadora o procesador de alimentos. Agregue la mezcla de frutas a una sartén a fuego medio. Agregue el azúcar y el jugo de limón y cocine durante 8-10 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que la mezcla se espese un poco. Retire del fuego y vierta en la sartén.
Use una espátula inclinada (del tipo que se usa para glasear pasteles) para distribuir la mezcla de frutas de la manera más uniforme posible en la bandeja para hornear, de aproximadamente 1/4 de pulgada de grosor. Cocine durante aproximadamente 4 horas o hasta que la pasta de frutas esté pegajosa al tacto. Enfríe ligeramente la fruta seca y colóquela en un trozo de papel encerado del mismo tamaño.
Use tijeras de cocina para recortar los bordes (los bordes delgados se endurecen y se vuelven quebradizos). Comience en el extremo corto del rectángulo y corte la fruta seca en tiras de 3 pulgadas. Envuelva la fruta con papel pergamino como soporte y asegúrela con hilo de cocina.
Patricia atribuye su amor por la cocina, la repostería, el entretenimiento y la comida a su familia de inmigrantes italianos, a quienes también les apasiona todo lo relacionado con la comida. Vive en Phoenix con su marido (que es un gran cocinero) y su exigente pastor alemán. Visite su blog de cocina, Grab a Plate, donde comparte su amor por la comida, las recetas y los bocadillos.