A medida que me acercaba a la Marcha sin carne, tuve un deseo repentino por el paté de hígado de pollo (o Gehachte) de mi padre. Hacía esto a menudo y se lo daba a sus amigos en pequeñas bandejas con etiquetas y notas escamosas y garabateadas a mano. Si bien rara vez me gustaba el olor de los hígados cocinados, las cebollas que había dorado lentamente hasta ese lado quemado llenaron la casa con una dulzura maravillosamente caramelizada y el producto final siempre fue satisfactorio. – pruebalo
Ingredientes
-
1 litro de hígado de pollo
-
1 cucharada de mantequilla
-
1 taza de leche (suficiente para cubrir los hígados)
-
1 cebolla mediana, picada
-
4 huevos
-
4 cucharadas de grasa de pollo
-
1/8 taza de coñac (opcional)
-
perejil
indicaciones
-
Lavar los hígados, pelar los trozos nerviosos y remojarlos en leche en el frigorífico durante unas horas. Enjuague, seque. Sazone con sal y pimienta y saltee en mantequilla hasta que esté rosado por dentro.
-
Agregue el brandy a la sartén y cocine hasta que se evapore. Freddo.
-
Llevar los huevos a ebullición, apagar el fuego, tapar y dejar reposar durante 6 minutos. Lavar en agua fría, pelar, reservar.
-
Pica finamente las cebollas y dóralas lentamente en grasa de pollo o mantequilla (yo también usé grasa de pato) con una pizca de sal hasta que estén doradas. Casi negros, son tan lentos y perfectamente dorados.
-
Mi padre ahora estaba pasando los hígados y los huevos a través de una picadora de carne y agregando la grasa y las cebollas, dividiendo, y eso era todo. Para mí, la textura granulada nunca fue tentadora, así que puse los hígados, las cebollas, 2 huevos, s&p en el cuisenart y mezclé hasta que quede suave, agregando unas 4 cucharadas de grasa una pizca a la vez hasta que quede suave. incrustado y aterciopelado. También lo golpeo con un poco de perejil picado.
-
Finalmente, separa las claras y las yemas de los huevos restantes y pásalos por un colador decorando la parte superior del paté como si fuera un huevo.
-
Los serví con rebanadas de baguette a la parrilla untadas con aceite, pero mi papá los sirvió con “sándwiches de centeno” o pretzels que son igual de buenos.