El año pasado, la cocina de prueba desarrolló una receta para nuestro mejor quiche. Nos obsesionamos con muchos detalles, como mantener la grasa fresca para obtener una corteza escamosa, determinar el número de huevos para obtener una crema sedosa y dejarla abierta para la mezcla que desee. Si lo digo yo mismo, lo tenemos bien, por lo que estoy usando este mejor modelo como punto de partida para uno de mis quiches favoritos en todo el país: espinacas y queso.
Pero primero, hablemos de esta corteza. La mitad de la harina es trigo integral blanco, que tiene un sabor a nuez granate que combina perfectamente con vegetales minerales. (Si no tiene trigo integral blanco, siéntase libre de cambiarlo por trigo integral estándar o quédese con todos los usos). Simplemente no se salte el condimento, es decir, pimienta negra, señale que es salado, no dulce. , tarta y balance de riqueza. Además de la mantequilla habitual, la corteza también incluye queso crema (un truco parecido al rugelach que aprendí de Rose Levy Beranbaum). Sellar la corteza con una clara de huevo precede a un fondo empapado (sin mencionar que todavía tenemos una clara de huevo extra, ya que la crema requiere una yema de huevo).
Hablando de riqueza: aquí tenemos cuatro (sí, cuatro) tipos de lácteos: queso crema que garantiza suavidad y mantequilla que inspira hojuelas en la corteza, y rico mitad y mitad Gruyère y picante en el relleno. Si es más probable que tenga crema y leche, reemplace la mitad y la mitad con ½ taza más ⅓ taza de crema y ½ taza más ⅓ taza de leche entera. Gruyere también es flexible. Si bien me encanta su sabor terroso y especiado, el queso cheddar picante y el Comté también están a la altura. Incorporar una pequeña cantidad de harina a la crema reduce las posibilidades de que se cuele, incluso si la dejas en el horno unos minutos más.
Vale la pena mencionar que esta receta es un proyecto, pero que puedes dividirla de varias maneras: puedes refrigerar el disco de masa hasta por unos días o congelarlo hasta por un mes; o, alinee y enrolle la masa en la sartén y congélela hasta por unos días (o hasta un mes si está bien envuelta). También puede preparar y refrigerar la crema hasta por unos días.
Como cualquier quiche, este no debe servirse caliente, recién salido del horno (la crema necesita capacidad para prepararse y recolectarse). Esto es en su máxima temperatura ambiente caliente, o frío. Agregue una ensalada sazonada y habrá cenado. Ya sea desayuno, almuerzo o brunch. —Emma Laperruque