Me encanta un buen plato de papas fritas que va aún mejor con papas caramelizadas y algún otro tipo de ñam. En este caso, la grasa de pato y la granada hacen el truco. Esto definitivamente es bueno nada más sacarlo de la olla, pero también es muy satisfactorio al día siguiente o varios días después. -em-i-lis
Ingredientes
-
2-3 cucharaditas
hecho con grasa de pato
-
1
diente de ajo grande, pelado y cortado en rodajas finas
-
1/2
cebolla amarilla, cortada en hojuelas finas
-
1
hoja de laurel
-
1 cucharada
melaza de granada
-
sal y pimienta
-
dos
papas doradas – yukon medianas – grandes, lavadas, sin pelar, mandoladas
-
1 cuchara y media
mantequilla, cortada en tres pedazos
-
1/3 taza
arilos de granada
indicaciones
-
Precaliente el horno a 375. Mezcle suavemente las rodajas de patata con sal y colóquelas en un colador.
Mientras tanto, en una sartén de 10″ a fuego medio, caliente la grasa de pato hasta que se derrita, luego agregue el ajo y las hojuelas de cebolla y la hoja de laurel. Cocine, revolviendo ocasionalmente, hasta que las cebollas estén transparentes y suaves. -
Agregue la melaza de granada y muela la pimienta negra sobre todo. Retire las rodajas de papa del colador y colóquelas al azar sobre las cebollas en la sartén. Coloque los trozos de mantequilla encima de las papas y deslice la sartén dentro del horno. Cocine durante 15-20 minutos hasta que las papas estén doradas y derretidas entre sí.
-
Retire la fuente del horno y gire suavemente el pastel de papa en un plato. Cubra con semillas de granada, espolvoree con sal de acabado si lo desea (lo sé; use Maldon) y sirva o almacene.