Sin duda, en el mejor lado de la historia. Si no estás paralizando la cosa de la pimienta de Szechuan, déjalo. Pero deja de ser cobarde 😉
Lo he hecho muchas veces, pero siempre se me olvida compartir la receta. Yo lo acompañé con ñoquis (tanto los potstickers como estos delicados al vapor), con arroz frito y con estas tacitas de lechuga rellenas de camarones y sal que publicaré mañana. Fueron geniales con los tres.
Las judías verdes tiernas y los cacahuetes crujientes son tan buenos juntos y luego obtienes ese condimento fragante de Szechuan que amo, y cada frijol está cubierto con una salsa brillante a pesar de la menor cantidad de aceite.
Ah, y hace unas semanas también prescindí de los granos de pimienta de Zzechuan como parte de esta paleta de cerdo asada china como parte de una cena organizada. Hmmmm. Así que básicamente los tienen con todo. Son tan simples y tan buenos.
Sirve 4 como acompañamiento
Ingredientes
2 cucharaditas de aceite de oliva ligero o aceite de su elección
1 cucharadita de pimienta de Sichuan
1 diente de ajo, machacado
1-2 chiles ojo de pájaro, rebanados verticalmente (quite las semillas si quiere que estén más suaves o si los chiles están muy picantes)
400 g de judías verdes picadas
1/3 taza de maní tostado
2 cucharaditas de tamari o salsa de soya
servir: cebollino en rodajas finas
indicaciones
Caliente una sartén mediana a grande a fuego alto. Agregue el aceite y, una vez caliente, agregue el chile, el ajo y los chiles y fríalos durante aproximadamente un minuto hasta que todo esté burbujeante y fragante. Agregue los frijoles y los cacahuates y revuelva para cubrir con el aceite ahora con sabor.
Agregue el tamari y 3 cucharadas de agua a la sartén y cocine los frijoles durante 3 minutos, revolviendo constantemente, o hasta que el agua se haya evaporado en una salsa que cubra los frijoles.
Servir espolvoreado con cebollino finamente rebanado.
S.S X
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