Con su espalda recta y su cuerpo bajo y fornido, el físico de nuestra Oma rivalizaba con el de un oficial militar, pero detrás de su formidable estatura había una mujer gentil que amaba a sus “nietos estadounidenses” sin medida. Nos avisó, pero poco después nos ofreció una ciruela o un trozo de chocolate.
De niños que visitaban Oma en Alemania, la comida estaba en el centro de los momentos más memorables de nuestras vacaciones. Nos detuvimos en los quioscos de la ciudad ya lo largo del Rin para comprar papas fritas con tenedores de plástico y mayonesa. A mi hermano Stephen ya mí nos gustaban los spaghettieis, un helado de vainilla que parecía espagueti con salsa de frambuesa y copos de chocolate blanco encima. Para el desayuno teníamos fiambres y pan y grandes almuerzos calientes de chuletas de cerdo, guisantes, zanahorias y puré de papas.
Sin embargo, nada se compara con la cocina de mi abuela, especialmente con sus apfelpfannkuchen, o albóndigas de manzana. Los brebajes dulces y blandos eran del tamaño de platos planos, cubiertos con rodajas de manzana espolvoreadas con azúcar. Con unos pocos ingredientes básicos (harina, huevos, leche, manzana, azúcar), la receta no era nada complicada. Todo lo que hizo lo preparó en un pequeño mostrador y lo cocinó en una pequeña estufa eléctrica.
Durante años, mi mamá y yo hemos repetido esta receta una y otra vez, pero nunca sabe igual. Siempre es delicioso, pero falta algo. “Deben ser las manzanas”, decimos, pero secretamente lo sabemos: es a Oma a quien extrañamos. — Cristina Henrique
Aspectos destacados: los panqueques de manzana de My Oma y por qué nunca saben igual sin ellos. – Editores
Ingredientes
-
2 huevos grandes, separados
-
1/4 taza de azúcar granulada
-
1 taza de harina
-
1 cucharadita de levadura en polvo
-
1/2 taza de leche
-
1/2 taza de agua con gas (San Pellegrino o cualquier agua con gas)
-
1 pizca de sal
-
2-3 cucharadas de aceite vegetal
-
1 manzana, pelada y en rodajas finas (cualquier manzana agria está bien, especialmente Granny Smith)
indicaciones
-
En un bol mezclar las yemas, el azúcar, la harina, la levadura, la leche, el agua mineral y la sal. (La consistencia de la masa debe ser líquida como una sopa espesa).
-
Batir las claras de huevo a punto de nieve, usando un batidor de mano. Agregue la mezcla de masa. La mezcla se puede ajustar según la sensación y el gusto (una masa más espesa puede usar más harina, etc.).
-
Caliente dos cucharadas de aceite en una sartén de hierro fundido pequeña o mediana. Cuando esté caliente, vierte la masa de las tortitas como si fuera una tortita espesa y cocina a fuego medio.
-
Coloque las manzanas en rodajas encima como lo haría para un pastel.
-
Pase la espátula a lo largo de los bordes y levántela con cuidado para comprobar si está firme o lista antes de darle la vuelta.
-
Voltear (puede voltear la tapa de la sartén y deslizarla nuevamente dentro de la sartén).
-
Repita para el segundo panqueque.
-
Cuando esté cocido, dejar reposar y servir con el azúcar glas por encima.